IMPLICACIONES COMERCIALES

Importaciones y exportaciones.

El Brexit tiene la posibilidad de afectar significativamente el comercio internacional entre Reino Unido y Europa, ya que esta representa el 50% del mercado Británico de exportaciones.

La manera en la que estas relaciones serán redefinidas en los dos años de negociaciones con las instituciones de la UE será el punto principal del Brexit, ya que tendrá que comprender los aspectos más importantes de las relaciones comerciales entre los dos.

Esto significa que en el breve y medio plazo los mercados estan sujetos a numerosas incertidumbres.

También variaciones repentinas del valor de la Libra podrán complicar los negocios.

El acuerdo Unión Europea y Reino Unido podría también prever aplicar barreras y tarifas aduaneras, como ya está previsto en algunos de los modelos propuestos. El modelo Noruego, por ejemplo (entrar en la EEE) implicaría la sumisión a un aparte sustancial de las normas Europeas de los negocios. El conocido como modelo Suizo garantizaría el acceso al mercado único para los bienes británicos, pero no para los servicios.

El Brexit dejará el Reino Unido sin los beneficios aportados por los 53 acuerdos de libre comercio que la UE ha contratado.

 

Fondos Europeos.

 

Los negocios que benefician (directamente y indirectamente) de fondos o subvenciones de la UE (por ejemplo investigación e innovación) tendrán más dificultad para su obtención.

Los acuerdos transitorios para los proyectos en curso tendrían que ser negociados, y el Reino Unido estaría libre en su decisión de qué actividad quiere financiar, puesto que ya no se verá limitado por las normas de la UE sobre ayudas estatales.

 

Empleo y derechos de los trabajadores.

Según el modelo post-Brexit que se adoptará podría ser más difícil emplear o transferir empleados desde el Reino Unido a la Unión y viceversa y esto podría, a largo plazo, llevar a imposibilitar la proporción de servicios a los clientes y las empresas de los respectivos países.

En el peor de los casos (que ahora parece desvanecerse por fin), los ciudadanos británicos que actualmente residen en la UE, y los nacionales de la UE empleados en el Reino Unido podrían tener que regresar a sus países de origen.

Las nuevas dificultades en toda la UE para el reconocimiento de las cualificaciones y de los títulos también podrán presentar otra barrera a la movilidad de personal.

Acerca de los derechos de los trabajadores los artículos 45-48 del Tratado de la Unión europea reconocen los derechos de los trabajadores a ser empleados en todo el territorio Europeo sin discriminaciones.

El Brexit no sólo el impactará de los trabajadores del Reino Unido que trabajan en la UE, pero también afectará los derechos de los ciudadanos británicos para trabajar sin obstáculos en otros países de la UE.